La Dirección del Trabajo ha definido el acoso laboral o mobbing como el hostigamiento permanente del trabajador de parte de los jefes, con cambio reiterado de funciones, desprecio de sus habilidades, persecución o burlas y ley del hielo aplicada por sus compañeros.
El término Mob, en inglés, significa pandilla y se utiliza para referir el hostigamiento laboral, que puede ir desde la acción de perseguir, molestar, perjudicar o acosar a un trabajador, siempre desde una postura de poder, hasta los malos tratos y descalificaciones explícitas. El objetivo es la aniquilación psicológica para conseguir la renuncia del afectado.
El Maltrato Sútil y Solapado
En Chile, una de las primeras investigaciones al respecto es la de la periodista, Oriana Zorrilla, en el libro ¿Cuando el Estado Castiga, el maltrato laboral a los empleados públicos en Chile?. En él, la profesional relata la situación de hostigamiento y psicoterror al que son sometidos los funcionarios públicos. A través de testimonios y de su propia experiencia como Encargada de Comunicaciones del Servicio Nacional de Menores (Sename) detalla las deplorables relaciones de maltrato en distintos estamentos del Estado.
Porque aunque el acoso laboral, se da tanto en el sistema público como en el privado, la periodista estudió el primero, porque se trataba de su realidad más cercana, la que vio durante años y, la que experimentó en carne propia.
Zorrilla, ingresó como Jefa de Prensa del Sename vía concurso público en 1993. Realizó su trabajo de manera satisfactoria hasta que en 1998, se produjo un cambio en la administración y el nuevo Jefe del Servicio, Marcelo Zapata, pidió la renuncia a todo el equipo para traer ?personas de confianza? a esos puestos.
Todo el equipo renunció, menos Oriana. Desde ese momento, los hostigamientos no cesaron para la periodista. La dejaron sin computador, sin teléfono, sin escritorio. La alejaron de sus funciones cotidianas, y le otorgaban trabajos muy por debajo de sus capacidades. Durante mucho tiempo estuvo a cargo del diario mural, y después, la trasladaron para desempeñarse como ayudante de la bibliotecaria del servicio.
El acoso permanente le generó cuadros de ansiedad, problemas para conciliar el sueño, angustia, ataques de colon e incluso dos preinfartos. Eso, hasta que los tratos de ?inútil, inepta y que sus trabajos eran una porquería? hicieron crisis. La psiquiatra le diagnosticó depresión severa exógena producto del maltrato laboral.
El Maltrato sin Huellas Físicas
Siento vergüenza. Cuando no es miedo o rabia, de ser tan cobarde, de haberle tenido tanto miedo, de no haber sido capaz de decirle que se fuera a la mierda. De haber sentido que mi dignidad costaba un sueldo, teniendo tanta historia digna cerca, nosotros aguantando cobardemente, desapareciendo, muriéndonos un poco, humillados, cagados y miserables?.
Con estas palabras estampó Oriana la traumática situación de acoso a la que fue sometida. Después de casi cuatro años, cuando el tiempo ha dejado atrás las humillaciones y la violencia psicológica, la periodista reconoce que las huellas de un maltrato de este tipo quedan sin marcas tangibles en las personas porque se viola uno de los derechos fundamentales, el respeto y el derecho a un trabajo.
Según un estudio realizado por la Dirección del Trabajo, el 70% de los trabajadores chilenos se ha sentido acosado laboralmente por sus jefes. Pese a estas cifras, nuestro país no cuenta con una legislación que sancione esta práctica. En enero del 2003 fue ingresado al Congreso un proyecto de ley para castigar este hostigamiento. Se encuentra, actualmente, en trámite.
La pregunta del millón queda abierta. ¿Por qué se produce el acoso laboral? Y lo que es peor, ¿ por qué se permite? La psicóloga laboral y estudiosa de este fenómeno, María Paz Tagle, señala que hay diferentes motivaciones para hostigar a alguien laboralmente. Se puede acosar a la gente que es muy capacitada porque se siente como una amenaza. Los jóvenes sobrecapacitados, por ejemplo, son muy acosados, porque generan mucha envidia y se sienten como una amenaza directa. También para demostrar quién tiene el control o porque se desea hacer la pata o quedar bien con personas de cargos superiores.
Según Oriana Zorrilla, la presencia de este hostigamiento tiene que ver con las huellas que un sistema represor dejó en los chilenos. La dictadura hizo un trabajo tan bueno, que dejó a los chilenos con un umbral tan bajo de lo que son sus propios derechos, que creen que porque les pagan una miseria y los traten peor que a animales, hay que darse con una piedra en el pecho, porque están trabajando.
Un sistema que impuso la Dictadura, a juicio de la periodista, pero que hoy es amparado absolutamente por la Democracia y por el actual sistema, pero que necesita de regulación según la profesional, sobre todo, en lo que se refiere al cuestionamiento de los cargos de confianza, pues debería ser materia de debate, sentencia la periodista.
Por Carmen Luz Rivera.
www.chile.com
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

0 comentarios:
Publicar un comentario